sábado, octubre 27, 2007

Atenas ergo Amsterdam

Sin duda, Atenas fue un viaje diferente. Una mezcla entre historia, cultura mediterránea y la Teoría del Caos que invita a sumergirse en la ciudad... y a repetir viaje.

Lástima que a mi cabecita se le olvidara uno de los elementos más importantes para robar recuerdos: la cámara de fotos. Es lo que tiene hacer siempre la maleta en el último minuto (o en los últimos 10 minutos, para ser exactos). Al menos ahora tengo claro que, cuando cambie de móvil, buscaré uno con mejor cámara, aunque sea para este tipo de situaciones de emergencia.


Por primera vez hicimos algo de turismo un poco más británico (mucha juerga y mucho dormir), pero eso no evitó que disfrutáramos de la ciudad, de su gente y de su... ¡comida! Sin duda, Atenas entrará en esa lista de ciudades en las que no me importaría vivir por una temporada. Una lista bastante poblada, añado.

¿Mis vistas preferidas? Pues las de la Acrópolis sobre Atenas (cómo no) y los senderos escondidos de Plaka que Eileen se ofreció a mostrarnos. Esto de reencontrarse con gente que crees que no volverás a ver en tu vida me gusta cada vez más. Kudos go to AEGEE.

A partir de ahora, a rezarle a San Frenadol para que el miércoles el despegue hacia Amsterdam sea lo más limpio posible (en cuanto a mucosidad se refiere).

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