sábado, junio 23, 2007
Vaya julio, vaya agosto...
lunes, junio 04, 2007
Cafeteras Airways
Contaré aquí, porque necesita publicidad, mi cruzada personal contra Islas Airways. Cambiaré el orden temporal de los hechos, contando primero la experiencia reciente y enumerando posteriormente todos los "rumores muy fundados" que fuentes fidedignas me han hecho llegar.
El TFN-LPA de aquella mañana salió con quince minutos de retraso. Impuntual pero aceptable, que diría el otro. Para empezar, mi recién estrenado trolley de cabina no cabía en el espacio sobre los asientos del avión. En Binter, 2 días antes, sí me había cabido. En fin, a meter la maleta en los pies y a viajar enlatado. No pasa nada, tranquilidad.
A continuación, la azafata nos da la bienvenida en nombre de toda la tripulación y el Comandante Gallolas. No puedo evitar descojonarme y a la vez pensar que mi oído me había jugado una mala pasada. Efectivamente, el tipo se apellidaba de manera similar, pero no igual. Menos mal. No querría ni pensar cómo estaría ese cuadro de mandos.
Despegamos normalmente, y las azafatas comienza a repartir un café que preferí ni probar. Se mostraron bastante bordes durante todo el viaje. Me recordaron en el trato a la diferencia entre Iberia y Ryanair, compañía ésta de la que he visto escenitas como que se ilumine la señal de "abróchense los cinturones" que pilla a alguno en el baño, y se lleve una bronca por megafonía que me hizo temer que lo siguiente sería apuntarle con una pistola. Relax, es un viaje corto.
Nunca había visto moverse tanto un avión como en este aterrizaje. Señoras abanicándose, gente agarrándose a donde podía, y yo recordando aquellas palabras de Manolo Vieira de "el avión no volaba... iba por la carretera vieja". Acojonante.
Tomamos tierra, y una azafata recita lo siguiente: "Los pasajeros en tránsito a Fuerteventura, por favor desembarquen con todo su equipaje de mano y objetos personales". Pregúntome yo: "y el resto de pasajeros, ¿nos los dejamos dentro? ¿Habré también de quitarme los pantalones o algo peor?". Mejor no preguntar. Ni eso, ni en qué sucursal de Opening aprendió inglés la señorita.
Pero ya me habían advertido de muchas de las "ventajas" de Islas Airways fuentes cercanas a la compañía. Toques de atención de Aviación Civil porque algunos motores se han llegado a parar en pleno vuelo y no se cumplen las condiciones de seguridad mínimas. Empleados explotados que se van a la competencia en masa. Retrasos asegurados porque no tienen suficientes aviones para cubrir las rutas que tienen asignadas.
Fundados esos rumores o no, desde luego que la realidad me los hace creérmelos a pies juntillas.
Yo, Binter o barco. Que no me líen con naranjas podridas.
El TFN-LPA de aquella mañana salió con quince minutos de retraso. Impuntual pero aceptable, que diría el otro. Para empezar, mi recién estrenado trolley de cabina no cabía en el espacio sobre los asientos del avión. En Binter, 2 días antes, sí me había cabido. En fin, a meter la maleta en los pies y a viajar enlatado. No pasa nada, tranquilidad.
A continuación, la azafata nos da la bienvenida en nombre de toda la tripulación y el Comandante Gallolas. No puedo evitar descojonarme y a la vez pensar que mi oído me había jugado una mala pasada. Efectivamente, el tipo se apellidaba de manera similar, pero no igual. Menos mal. No querría ni pensar cómo estaría ese cuadro de mandos.
Despegamos normalmente, y las azafatas comienza a repartir un café que preferí ni probar. Se mostraron bastante bordes durante todo el viaje. Me recordaron en el trato a la diferencia entre Iberia y Ryanair, compañía ésta de la que he visto escenitas como que se ilumine la señal de "abróchense los cinturones" que pilla a alguno en el baño, y se lleve una bronca por megafonía que me hizo temer que lo siguiente sería apuntarle con una pistola. Relax, es un viaje corto.
Nunca había visto moverse tanto un avión como en este aterrizaje. Señoras abanicándose, gente agarrándose a donde podía, y yo recordando aquellas palabras de Manolo Vieira de "el avión no volaba... iba por la carretera vieja". Acojonante.
Tomamos tierra, y una azafata recita lo siguiente: "Los pasajeros en tránsito a Fuerteventura, por favor desembarquen con todo su equipaje de mano y objetos personales". Pregúntome yo: "y el resto de pasajeros, ¿nos los dejamos dentro? ¿Habré también de quitarme los pantalones o algo peor?". Mejor no preguntar. Ni eso, ni en qué sucursal de Opening aprendió inglés la señorita.
Pero ya me habían advertido de muchas de las "ventajas" de Islas Airways fuentes cercanas a la compañía. Toques de atención de Aviación Civil porque algunos motores se han llegado a parar en pleno vuelo y no se cumplen las condiciones de seguridad mínimas. Empleados explotados que se van a la competencia en masa. Retrasos asegurados porque no tienen suficientes aviones para cubrir las rutas que tienen asignadas.
Fundados esos rumores o no, desde luego que la realidad me los hace creérmelos a pies juntillas.
Yo, Binter o barco. Que no me líen con naranjas podridas.
domingo, junio 03, 2007
If you got any energy left... Ok, use it right now
Tres ideas que de momento parecen buenas para unos meses de julio y agosto que se presentan interesantes:
- Una semanita de curso de formación en París en el mes de julio
- 9 días de visita a Berlín en agosto y de paso asistencia al Chaos Communication Camp
- 3 semanas de Travel Summer University con AEGEE en Chequia y Eslovaquia entre agosto y septiembre, volviendo vía Viena
Etiquetas:
AEGEE,
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